jueves, 1 de septiembre de 2011

La sordera de Beethoven. Periódico La Capital


Si algo se conoce popularmente de Ludwig Van Beethoven mas allá de su impresionante creación es el hecho de haber quedado sordo y continuar haciendo música. Hermosa, contundente música. No se han visto en cambio biografías en que se hable de su primer enfermedad, la más duradera, la más maravillosa, la música, esa enfermedad la sufrió desde los 4 o 5 años hasta su muerte. Rosario, 2011 y me encuentro con muchos enfermos que, al igual que el tío Ludwig hacen música aún a riesgo de la sordera, la económica, la social, la coyuntural. En nuestros escenarios se hace cada vez mas difícil montar un concierto. Un grupo de músicos debe costearse fletes, alquiler del equipo de sonido y luces, publicidad, y por si todo esto no fuera suficiente, también debe pagar Sadaic y Sindicato de Músicos que en algunos locales de conciertos se los "pasan a los músicos". Subirse a un escenario hoy significa entre quinientos y dos mil quinientos pesos. Es una obviedad decir que las más de las veces el músico “sale para atrás”. Bajo estas circunstancias es lógico que las agrupaciones no crezcan artísticamente ya que no pueden hacerlo económicamente: sin ahorros para ir reinvirtiendo en su producción es difícil crecer. Como en cualquier otra actividad. Por ello se aplauden los esfuerzos por una ley de medios que colabore difundiendo los artistas locales. Se acercan otros vientos, prueba de ello es la "I Jornada de reflexión sobre la actividad musical en Rosario" programada para octubre, en donde se sentarán en la misma mesa artistas, productores, empresarios y funcionarios relacionados a nuestra actividad. Tenemos que cambiar este paradigma en donde el actor principal de esta rama de la cultura sea quien afronta los riesgos en soledad. Quien hace su obra en Rosario escribe de usted lector, está pintando su aldea. Los músicos necesitamos del apoyo del resto de la sociedad, no podemos pintar la aldea solos. Divúlguelo, asista a los conciertos, compre e intercambie material local, reflexione con nosotros. Hay una gran responsabilidad de usted, querido lector. Puede suscribir a la alternativa de esa enfermedad: la sordera social, o compartir la nuestra: la enfermedad de la música; le aseguro que como bien sabía don Ludwig, es mucho más divertida.
Sergio Barrilis
(Presidente de la Asociación Civil Músicos Independientes
de Rosario)





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